jueves, 26 de abril de 2007

El Eje de la banalidad

Eramos pocos y parió la abuela... Naturalmente en el blog de Don César Calderón, que en los últimos hilos de comentarios está bajando de nivel con más velocidad aun que en los posts que dan lugar a los mismos. Ultimamente todo va de coña y de pañales, con ironías de mal gusto, insultos soeces y vulgaridad a raudales, como en una película de Rambo. Como última novedad cabe destacar la incorporación de un tal Sr. Flashman que hace un comentario de lo más rijoso acerca de algo que solo incumbe al Sr. Ansón, o en todo caso a su urólogo. Enhorabuena, Sr. Flashman: usted sí que se ha quedado sin virtudes. Esta semana se lleva el micropene de oro.

Sin embargo, el plato fuerte de este pequeño stand de infamias en que se ha convertido Neto Ratón 2.0 es la incorporación, a lo largo de las últimas horas, del escritorzuelo separatista vasco Pachi Igandecoa, el cual, tras haber asumido posiciones declaradamente josecarlescas y cesarcalderonianas, se dedica a atacarme sin pudor ninguno, tergiversando todo lo que digo, deshaciéndose en ofensas e incluso amenazándome. A mí que no me vengan con historias: salta a la vista que estos tres han formalizado un contubernio de lo más infame y siniestro.

¿Y quién es este sujeto tan lenguaraz y despreciable? Por sus obras lo conoceréis: echen un vistazo a Izaronews, la micropeneana y desleal web en la que escribe sus ridículos artículos de propaganda, y juzguen por ustedes mismos. Para botón de muestra este artículo de su bitácora en el que semofa del 11-M, la mayor catástrofe terrorista de la Historia de España, haciendo un símil de las luchas entre dos bandas de gatos callejeros; o este otro en el que desvergonzadamente pone al descubierto algunos de los métodos utilizados por la red de espionaje del PNV en Madrid.

Puesto que Don Francisco Igandecoa destaca por su afición a la música -habiendo insertado en el blog de Doña Mercedes Perelló fragmentos de ópera, varios "oldies-goldies" de los años sesenta e incluso dos versiones de Lilí Marlen (en una de las cuales incluso llegó a descubrir a un criminal nazi fugado de la justicia y residente en Marbella), he pensado en hacerle un obsequio que sin duda le gustará:


Y en cuanto usted, Sr. Calderón, siga así. Si algo nos esta demostrando es que después de los Claveles de Portugal, en España lo que se nos viene encima es la revolución de las pirulillas.

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